La poción de amor de Nostradamus

Nostradamus es conocido por sus profecías, pero en 1556 publicó Traité des fardements et confitures, un libro sobre maquillaje y mermeladas que compartió en 1552 entre sus amigos. En el capítulo XVIII de la primera parte de la edición de 1556 de Antoine Volant, ausente en otras ediciones, se encuentra una poción de amor supuestamente inventada por Medea, de efecto inmediato y que desata una pasión de niveles históricos.

Al parecer, debía transmitirse en un beso para producir un "fuego" o "fiebre" que incita a realizar súbitamente el acto amoroso. Aunque si se mantenía durante demasiado tiempo en los labios sin usarlo en su objetivo, su usuario moriría en un completo frenesí, mencionando el caso del poeta Lucrecio, que asegura que afirmó usarlo en su cuarto libro:
Affligunt Amicle corpus iunguntq; salivas Oris, inspirant pressantes dentibus ora
Tampoco recomienda usarlo para fines malvados. No obstante, si se realiza con éxito, el amor permanecería duradero e inviolable. Si se separaran los amantes, este se convertiría en furia.

Para evitar la intoxicación por mantenerlo demasiado en los labios, recomienda contenerlo en un frasquito de cristal e insertarlo en la boca mientras se besa.

Sin más dilación, vayamos a la elaboración. Nótese la elaboración con productos naturales y, consecuentemente, la ausencia de cualquier riesgo en su consumo:
  1. Tomar tres frutos de mandrágora tran pronto como veas salir el Sol, envolviéndola en hojas de verbena y la raíz de gordolobo, y dejarlos hasta la mañana siguiente.
  2. Entonces tomar el peso de seis granos de magnetita desde el punto donde repele el hierro, como se revela por el uso del cuadrante, y pulverizarlo sobre el mármol lo más fino posible, espolvoreándolo con el zumo del fruto de la mandrágora.
  3. Tomar la sangre de siete gorriones macho, sangrados a través del ala izquierda;  de ámbar gris el peso de 57 semillas de cebada; de clavo y buen palo de áloe el peso de tres denier; de los brazos de un pulpo un ojal de cada uno, conservados y preparados en miel; de macis el peso de 21 gramos; de cálamo aromático el peso de 500 granos; de la raíz de Lyris Illyrica o Sclavonia el peso de 700 gramos; de la raíz de Apii Risus ["Risa de abeja"] 31 granos; de vino cretense doblar el peso del todo, del mejor azúcar el peso de 700 granos, que es un poco más que una onza.
  4. Mézclalo todo junto, pulverizalo y macéralo concienzudamente en un mortero de mármol con una maja de madera.
  5. Sírvelo con una cuchara de plata y ponlo en un recipiente de cristal, y ponlo a hervir en el fuego hasta que el azúcar se ha convertido en jarabe, o julepe.
  6. Tener cuidado sobre todo que no sea en un fuego de sauce. Una vez herbido, colar todo cuidadosa pero vigorosamente y colocarlo en un recipiente de oro, plata o cristal. 
Cuando quieras usarlo, coloca solo un poco en tu boca, como si fuera el peso de media corona, e incluso si ingieres un poco, no te dañará para nada, teniendo en cuenta que si no encuentras la persona a la que se lo transmitas, no evites tener sexo ese mismo día, donde mejor le parezca. Esto se debe a que el incremento de la producción de semen que ejerce, sube al cerebro y provoca una locura que es llamada "locura de amor", así como tener otros efectos que regocijan a la persona implicada.

De hecho, si se hace sin magnetita, los efectos son incomparables. Sin embargo, para tener el poder y eficacia para la consagración del amor, es necesario mantener la piedra, porque el poder de la mandrágora tiene el efecto de expulsar la semilla genital eliminando el Apii Risus.

En el caso del amor perdido de una pareja casada amenazada con el divorcio por culpa de cualquier miembro, especialmente del hombre (quien generalmente está afectado por la imperfección de la que carece la mujer (sic) ), se deben añadir:
  • Aceite de heces.
  • 31 granos de peso de ámbar gris, disuelta en sangre de paloma blanca y mezclada con un pequeño Philtre Amuleti ["Poción amuleto"], que tiene el efecto de alejar todo el odio y el rencor, teniendo en cuenta que no sea para una mujer que está enloquecida o enfurecida y cuya naturaleza es maligna, aunque esto la mantendría tranquila unos días, ya que al final estaría inclinada de nuevo al mal, especialmente si está incitada por relaciones desagradables llenas de malicia.
Fuentes:
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